El viernes 27
tendremos un nuevo encuentro en el Laboratorio Experimental de
Erotismo. Será a las 21.00 h.
Dejaremos los
zapatos y los prejuicios en la puerta. Jugaremos, bailaremos, iremos
perdiendo la ropa hasta que la desnudez nos haga a todos iguales iguales. Luego haremos la sesión de masaje. Esta vez
volveremos a experimentar con el sentido del olfato, con un juego
llamado “La ruta de las Especias”. Además la sesión de masaje
variará un poquito. Experimentaremos el masaje a varias manos, una
marea de placer para quien lo recibe. Todos daremos y todos
recibiremos nuestra parte de placer. No faltará la parte de
“engrasado colectivo “ y por supuesto, el “manos libres”.
Os esperamos.
Desde El Laboratorio
Experimental de Erotismo os deseamos unas muy eróticas navidades,
y por supuesto un 2014 lleno de sensaciones muy, muy sensuales.
Seguimos con nuestras actividades en el
Laboratorio Experimental Erotismo. El sábado pasado tuvimos
nuestro sexto encuentro. Estuvimos 14 personas. Algunas de ellas,
algo más de la mitad, tenían experiencia en lo que se conoce como
el “mundo liberal”.
El reto que se nos planteaba era
compaginar los, llamémosles, “distintos intereses” de las
personas que vemos en este proyecto una ocasión para explorar
facetas no tan evidentes de lo erótico, con otros intereses que
buscan resultados más inmediatos en el terreno del sexo explícito.
En esta ocasión le dimos una oportunidad al sentido del olfato, con un experimento en el que
ellas se untaron una parte del cuerpo con canela, y nosotros, con los
ojos vendados, como si fuésemos ciegos, teníamos que rastrear con
el olfato su cuerpo. Parece
fácil, pero no lo es tanto. Y si no, probadlo. Luego ellas nos
“olfatearon” a nosotros. Hubo bastante cachondeo y en general,
todo el mundo resolvió su prueba, aunque algunos/as necesitaron
alguna pista.
Otro juego, en el que había que afinar
el oído, fue “La jaula”, en el que alguien estaba encerrado
dentro de un círculo formado por todo el resto de participantes. El
que estaba encerrado dentro de la “jaula” podía ver, pero tenía
unos cascabeles sujetos a los tobillos para que los demás pudiéramos
escuchar sus movimientos, el resto teníamos los ojos vendados. Su
labor era conseguir escapar del círculo y arriesgarse a ser sometido
a tortura de cosquillas si era atrapado en el intento de fuga.
El termómetro erótico subió
bastantes grados cuando pasamos a embadurnar nuestros cuerpos con
aceite de masaje. Lo hicimos por turnos, 6 chicas a un chico y 6
chicos a una chica, hasta que todos estuvimos bien engrasados para
dar paso al ejercicio “Manos libres”, en el que nos confundimos,
sin poder ver nada, en una marea de cuerpos y pieles agradables y
calientes, y en el que apenas se puede saber a quién tocas y quién
te toca. Es una especie de vagabundeo errante en el que buscas a
alguien que te de la confianza suficiente, que te haga un gesto, que
te convenza con una caricia sincera, para iniciar con esa persona (o
grupo de personas) un dialogo en el que la afectividad se mezcla con
la sensualidad, y en el que las caricias pueden adquirir tintes muy
pasionales. Son momentos en los que se pueden derrumbar de repente
muchas barreras y se pueden desactivar actitudes muy defensivas,
pudiendo llegar fundirte en un abrazo muy emotivo con alguien a
quien supuestamente no conoces. En el transcurso de este experimento
puedes distinguir si tocas a un hombre o a una mujer, si el vello en
el cuerpo es abundante y por la complexión, por el perfume, pero hay
cuerpos que favorecen la confusión, hasta que te das cuenta de lo
evidente…Interesante para romper tabúes. Aclaro que no se trata de
fomentar la homosexualidad, pero también aclaro que hay muchas
personas bisexuales que agradecen este tipo de “juegos”. Una
mujer dijo una vez que le había encantado poder acariciar tantos
pechos femeninos.
No faltó la sesión de masaje sensual,
en la que todos descubrimos las habilidades y las carencias de los
demás a la hora de ser comunicativos con las manos. Resulta muy
interesante comprobar que todos podemos hablar con las manos, y que
se puede comunicar mucho, poco o nada,… igual que en la vida real.
Desde el comienzo de nuestras
actividades, algunas de las personas que participan en estas sesiones
han manifestado claramente su deseo de vivir los placeres del
erotismo sin mantener relaciones sexuales en el transcurso de las
mismas. Las caricias, los abrazos, la sensación de sentir el
propio cuerpo desnudo navegando entre una marea de otros cuerpos
desnudos a los que no vemos, pero que podemos sentir, oler, intuir,
son experiencias muy ricas y placenteras en sí mismas, que no
dejan a nadie indiferente. La posibilidad de extender los brazos
entre la multitud y acariciar sin prisa y a discreción, el aluvión
de sensaciones que producen una docena de manos que te cuentan cosas,
el hecho de que no sea tan importante “ver” sino “sentir”,
la búsqueda de los placeres que nos proporciona el viaje en sí
mismo , sin darle tanta importancia a la “llegada”, fueron
hechos apreciados y reconocidos por todas las personas que
participaron en nuestra última sesión.
Al final de la sesión se abrió un
debate sobre si se había producido alguna frustración en aquellas
personas que tienen planteamientos más “prácticos” en esta
cuestión (es un eufemismo, ya lo sé). Se habló de las opciones
“sin orgasmo”, también se reconocieron algunas frustraciones
que se producen en ciertos ambientes del “mundo liberal”, que
alguien calificó por propia experiencia como “fríos”,… El
encuentro resultó positivo y hubo buena química, alguien lo
calificó como “otra manera de comunicarse”.
Hay una gran cantidad de blogs que
tratan sobre temas eróticos. Algunos de ellos son de una gran
calidad por su contenido en imágenes, textos y diseño. Muchos de
ellos son blogs creados por mujeres, mujeres que no tienen pelos en
la lengua, que no se “cortan” a la hora de publicar sus
relatos, fantasías, vivencias y opiniones. Hablan bien alto y claro.
¡Chapeau por ellas! Están en la vanguardia del erotismo en la
red.
En el mundo real de nuestro
Laboratorio Experimental de Erotismo, el de las experiencias en vivo
y en directo, ellas están sin embargo desaparecidas. Cuando digo
“ellas”, me refiero a aquellas mujeres que no se atreven a
curiosear, a tomar parte en una aventura sensual, que no
necesariamente sexual, de las que proponemos desde aquí. El
funcionamiento de ésta iniciativa es posible, de momento, gracias a
la curiosidad de las parejas que acuden a los encuentros, siendo
excepcional el caso de chicas solas que se atreven a interesarse por
lo que aquí se cuece.
No es ese el caso de “ellos”. La
lista de espera es larga. Los desemparejados con curiosidad son
muchos, las desemparejadas que se atrevan a escribirnos un mail
solicitando información, son una rara avis, lo cual no significa,
estoy seguro, que no existan. Y no se trata solamente de personas sin
pareja. Estamos rodeados de parejas con una vida erótica triste e
inexistente, rutinaria en el mejor de los casos. Parejas en las que
alguno de sus miembros siente la necesidad de vivir unas experiencias
a las que tiene pleno derecho, y que le son negadas por unas u
otras circunstancias. Me baso en los comentarios que, medio en broma
medio en serio, se escuchan entre los/as practicantes de ese deporte
nacional que es la “barra fija”, o sea, en esas “clínicas de
terapia psicológica” que son los bares, y en aquellos
acontecimientos sociales en los que tomamos copas.
El recelo de ellas, su “miedo”,
precaución, o lo que sea, está plenamente justificado. Hasta ahora
no les faltan motivos para sospechar que detrás de iniciativas
promovidas por internet que huelan a “erotismo”, “desnudez”,
“masajes”, etc, se pueda esconder algún tipo de conducta
agresiva, soez, o cuando menos, poco respetuosa hacia ellas. No va a
ser fácil conseguir que esa desconfianza y esa tensión se
relajen, pero hay que intentarlo.
El placer de tocarse, de escucharse, de
verse, de olerse, y si llega el caso, de saborearse, se puede
desvincular totalmente del hecho de que sea en el contexto de la
pareja. La pareja existe, y seguirá existiendo siempre, pero quizá
no venga mal un poco de desmitificación. Mucha gente se sorprendería
al comprobar cómo unos juegos eróticos divertidos, unos ejercicios
de sensualidad y una sesión de masaje en la que la desnudez nos hace
a todos iguales, es capaz de diluir los celos, crear complicidad,
favorecer la afectividad de los miembros del grupo y hacer que los
lazos de las parejas salgan reforzados.
Pero está el miedo…
MIEDO A…..
Miedo a que no me respeten.
Nosotros utilizamos unos códigos para saber dónde pone cada
uno/a sus límites, y hasta ahora ha funcionado.
Miedo a que crean que soy “un
poco ligera” (es la expresión más suave que se me ocurre).
Intenta definir lo que significa “ser ligera” y comprobarás
que es un concepto injusto y trasnochado. Todos somos “un poco
ligeros” (incluso “bastante ligeros”). Nos gustan los
placeres. El placer erótico es un derecho del que no hay que
avergonzarse.
Miedo a que alguien sepa que he
estado “allí”. Yo he optado en casos como éste por
preguntarme si quiero que mi vida sea mía o de los demás. El
miedo al qué dirán es unos de los miedos que más desgraciado me
han hecho a lo largo de mi vida. De todas formas, nosotros no vamos
a delatarte.
Miedo a que me guste y ….
Siempre da vértigo conocer al “libertino o libertina” que
llevamos dentro. En casos como éste yo he optado por aceptar a mi
nuevo “yo”, y me va mejor.
Miedo a tener que cambiar unos
principios “morales” que son sagrados. Yo dejé de ir a la
iglesia cuando empecé a hacerme algunas preguntas, y me he liberado
de muchos otros “principios sagrados” haciendo y haciéndome
preguntas.
Miedo a proponérselo a mi
pareja por lo que pueda pensar de mí. Siempre hay un momento
adecuado para sacar el tema, para hacer una insinuación, para hacer
un tanteo. Quizá te sorprenda, para bien, la reacción de tu
pareja.
Miedo a sentir que soy infiel a
mi pareja. La infidelidad es un concepto que está en la cabeza
de cada uno. Nuestras actividades no están pensadas para incitar a
la infidelidad. Son una manera diferente de relacionarse, es un
juego que termina cuando todos nos vamos a casa.
Muchos de nuestros miedos no son más
que humo. Atreviéndose a hacer un poco de corriente abriendo un
poco las ventanas, desaparecen sin más.
Ayer tuvimos nuestro 5º encuentro de
sensualidad en Palencia. Hubo alguna ausencia por culpa de una
inoportuna caída en bicicleta, pero la providencia nos sorprendió
con la aparición de una dulce mujer palentina, a quién rápidamente
encontramos pareja.
Algunos venían por primera vez, otros
éramos los habituales.
Comenzamos bailando esta sugestiva canción que interpreta Jamie Culum, y luego todo fue dejarse llevar....
No deja de sorprenderme la naturalidad
con la que en unos instantes nos desprendemos de nuestras carcasas y
dejamos la piel al descubierto, para luego regalarnos sentidos
abrazos y tiernas caricias. Con la complicidad de la música y la
penumbra, el tiempo se detiene en nuestro refugio mágico. Las velas
y el incienso se queman, mientras las manos ven y escuchan, piden
permiso y se aventuran por universos temblorosos, que unas veces nos
reciben emocionados y otras callan. La generosidad más desnuda nos
rodea. Un grito de gratitud se quiere escapar de mi garganta, pero
me reprimo.….
Ayer volvió a ser un día especial.
Un montón de
manos amistosas me acariciaron, embadurnaron mi cuerpo desnudo de
arriba abajo con aceite esencial. Manos delicadas que pedían permiso
para leer en mi espalda, manos juguetonas que subían deslizándose
entre mis piernas, manos elocuentes que me hablaban y me contaban
sus secretos. Algunas eran tímidas, respetuosas, otras….
tremendamente atrevidas.
Éramos como peces dentro de una red,
pero no había ningún sufrimiento. Nos retorcíamos, nos
buscábamos,... nos encontrábamos. Nuestros cuerpos, engrasados se
comunicaban con pasmosa facilidad.
Abracé y me abrazaron, exploré
anatomías desconocidas, fui objeto de indiscretos cacheos
electrizantes.
Todos teníamos
los ojos vendados.
Mientras resbalaba entre brazos que me
recibían abiertos, alguien pellizcaba mis nalgas con pícara
confianza, mientras acariciaba pechos que me hablaban de tú,
alguien dibujaba un corazón en mi espalda, mientras mis manos se
perdían dentro de una hermosa melena de pelo negro rizado, alguien
me volvía loco de excitación jugueteando por mi abdomen.
De fondo sonaba música sensual y sugerente, pero
también se escuchaba alguna risita cómplice, algunos suspiros
imposibles de ahogar, algunas muestras de estremecimiento
imposibles de contener…
Mafalda
trabaja en la biblioteca municipal. Me fijé en ella un lunes. Llovía
a cántaros. Yo acababa de pedir en préstamo un libro titulado
“Juegos eróticos de salón”. Cuando hubo realizado los trámites
del préstamo y extendió su mano para darme el libro, me dedico una
sonrisa encantadora y me advirtió que se estaba formando un charco
en torno a mi paraguas. Me cautivó su manera dulce de reñirme.
Desde ese día siempre procuro que sea ella la que me atienda. Es
elegante, un pelín coqueta, lo justo,…muy atractiva. Creo que está
empezando a darse cuenta de me gusta.
Tatiana
tiene una tienda de mascotas. Es rubia, seguramente teñida, lleva el
pelo encantadoramente alborotado. Su vestimenta básica consiste en
camiseta, un amplísimo repertorio de minifaldas y sandalias romanas.
Después de observarla disimuladamente decenas de veces a través de
las jaulas de gatitos, perritos y pececitos, un día por fin, me
decidí a abordarla. Hice acopio de valor, respiré hondo, entré en
la tienda y con un aire de autosuficiencia que me sorprendió, le
solté las palabras mágicas: “necesito
urgentemente…….un spray antipulgas”. Ella me miró de arriba
abajo y me dijo: “los que tengo son para perros”. En ese momento
me sonó el móvil. Salí de la tienda rojo como un tomate maduro.
Me
gustaría irme a la ducha Mafalda y Tatiana,
enjabonarnos
a discreción,
sin
prisas,
mientras
nos regalamos miradas cómplices,
sonrisas
pícaras,
palabras
amables…
Hacernos
cosquillas,
turnarnos
para estar en el medio...
Dejar
que el agua se lleve la desconfianza, los recelos, los prejuicios.
Que
sólo importe el momento, que no haya otras expectativas….
Me gusta recibir el amanecer
calentito debajo del edredón. Me gusta oír al gallo cantar al
amanecer.
No, no es un tópico, tenemos gallo, pero no dice
“kikirikiiii”, sino “pocoapocoooo”. Así que poco a poco le acaricio la espalda a mi chica (por las
mañanas ella siempre me da la espalda). Llamo a su puerta, a veces
no me contesta, porque está dormidííííísima. Otras veces se da
la vuelta y nos abrazamos con desesperación, como si yo fuese un
astronauta a punto de partir a una larga y arriesgada misión. Mi
pierna busca refugio entre sus muslos, presiono suavemente esa zona
tan húmeda y caliente. El acople es perfecto. Nuestras piernas se
enredan (las dos suyas y las tres mías). Acaricio sus muslos y
siempre me detengo maravillado en la curva que forma su cadera. Ella
me rodea con el brazo y nos abrazamos con avaricia, como si yo fuese
un aventurero que va a partir de viaje a un país lejano y
enigmático, y que no volverá hasta pasados unos meses (en realidad
voy a llevar a la niña al cole). Siento su respiración caliente en
mi oreja, y me excito mucho,… pero nunca hacemos el amor a esas
horas. Desciendo con mi mano por su pierna hasta tocar su pie. Ella
flexiona la pierna para que pueda acariciarlo cómodamente. Le
encanta que le acaricie el pie. Luego subo por el muslo y busco la
línea que separa sus dos preciosos mofletes, y me recreo en sus
nalgas… No sé qué tienen sus nalgas que me apetece comérmelas a
todas horas…Y nos abrazamos como si fuese mi hora de partir a la
guerra …
Nos manoseamos, nos
estrujamos…
¡Qué placer el de la
carne! Carne suave, caliente, amorosa, húmeda, tierna…
Hay momentos en los que llego a entender a los
caníbales…
Los relatos eróticos y las
fantasías eróticas, son frecuentes
en un blog que trata sobre erotismo. Hay personas capaces de escribir
excelentes relatos, de una alta calidad literaria, un exquisito
refinamiento, y una asombrosa capacidad para describir situaciones “calientes”,
en las que a muchos nos gustaría vernos implicados.
Lo que viene a continuación no es un relato de ficción, no
es una fantasía incumplida. Es algo
que ha ocurrido otras veces, y ocurrió
de nuevo el domingo 29 de septiembre. Un grupo de personas de distinta
procedencia se reunieron en una pequeña
y tranquila ciudad castellana. Una mujer
joven es la protagonista de este
relato. Ella desea que su nombre real no figure
en el relato, y prefiere aparecer como Flor de Loto.
Flor de Loto se había enrolado en una excitante aventura
sensual, que tendría lugar en la tarde de
ese domingo de otoño. Había hecho algunas averiguaciones, las
suficientes para llegar a la conclusión de que aquella extraña propuesta que había visto en internet podía permitirle
vivir una grata experiencia. Pero no
podía evitar estar nerviosa, sin duda era algo muy especial, algo que no se
hace todos los días, algo que ninguna persona que ella conociera había hecho
antes.
Se presentó en el lugar indicado a la hora indicada. Fue
recibida por una persona que la condujo hasta
una sala en la que la temperatura invitaba a quitarse la ropa, pero solo le
indicaron que se quitase los zapatos. La iluminación era escasa, olía a
incienso aromático y en el equipo de música sonaba “The folks who live on the
hill”, interpretada por la sensual Diana Krall. Poco a poco fueron
llegando otras personas, algunas se
conocían entre ellas, otras no se habían visto nunca antes. Sin mucho
protocolo, alguien propuso un juego para
romper el hielo. En cuestión de unos minutos todos correteaban por la sala
intentando evitar que, “el que se la quedaba”, les colocase un osito de
peluche en la barriga. La manera de zafarse, además de correr, era abrazarse a
la persona que estuviese más cerca. Se
sorprendió cuando se vio abrazada a hombres y mujeres a los que no conocía de nada. Todos
actuaban con la misma naturalidad. El calor y el agitado ejercicio provocaban sofocos, y alguien propuso quitarse algo de
ropa. Ella dudó y prefirió seguir como estaba, pero pasados unos minutos, decidió que le sobraba algo de ropa, y se
quitó la camiseta y el pantalón, como habían hecho otros. Alguien propuso
terminar con el juego y les pidió que se
vendasen los ojos, que se desnudasen y que
permaneciesen así, de pie en la sala, en el lugar que cada uno hubiera elegido.
La perspectiva de perder la poca ropa que le quedaba, no debió preocuparle
mucho a Flor de Loto , teniendo en
cuenta que todo el mundo tenía los ojos vendados. Una persona se situó en el centro de la sala, también con
los ojos vendados, y les dijo que tenían que caminar todos hacia él, hasta
conseguir tocarle. Hablaba constantemente, para que pudiesen orientarse por el
sonido de su voz. Poco a poco todos se fueron situando alrededor de la persona
que les hablaba, y éste les distribuyó unos frasquitos con aceite de almendras
dulces, perfumado con esencia de romero. Luego eligió al azar a alguien del
grupo para que se colocase en el centro del círculo. La consigna era embadurnar
a discreción entre todos el cuerpo del
elegido o elegida. Mientras un montón de manos
traviesas recorrían su cuerpo de norte a sur, de babor a estribor, la
persona que estaba situada en el centro del círculo, no podía ni quería
disimular el placer que sentía, cuando
más de una docena de manos “curiosas” reconocían su rostro, se deslizaban por
sus brazos, serpenteaban por sus piernas, recorrían su espalda, jugueteaban
por su pecho, acariciaban sus nalgas… Hubo alguien que dudó cuando le llegó el turno de estar en
medio de la vorágine de manos
juguetonas. Se le ofreció la posibilidad de no participar, pero se le
animó a perder el miedo y dejarse llevar. Así lo hizo y participó como los demás. Uno a uno, todos
ocuparon el centro del círculo y fueron embadurnados y masajeados, todos
pasaron por éste y por otros “suplicios”
peores. Hubo una variante de éste juego que alguien bautizó como “manos
libres”. Con estos y otros entretenimientos
parecidos fueron pasando algo más de dos horas, en las que no tenía
importancia la edad, el sexo, la estatura, el nombre, ni la condición de ser el
“marido de”, ni “la mujer de”. Lo importante era dejarse llevar, sentir, actuar
con generosidad, ser receptivo,
imaginativo, dejar que la piel de cada uno hablase a los demás.
Terminada la sesión, se sentaron en el suelo a comentar cómo
lo había vivido cada uno, indagaron si alguien se había sentido incómodo, si
alguien se había sentido invadido. Se habló de excitación, de erecciones, de
deseo, de represiones, y sobre todo se habló de repetir la experiencia.
Pues sí que me he puesto serio con el
título. Se diría que ahora tendría que venir una sesuda ponencia
de esas que te dejan con la boca abierta. Pues lo siento majos. Yo soy músico. En lugar de ponencia hay una canción….
Pero sí quiero decir que hay una cosa
(hay muchas), pero hay una que me parece el colmo de los colmos.
Alguna vez he visto por la televisión (en algún bar, porque yo no
tengo tele) que al final de una carrera de fórmula 1, el ganador
regresa a su “camerino” pasando a través de un pasillo formado
por unas 20 estupendas mujeres (azafatas) situadas a ambos lados. Él
aguerrido y joven piloto hace su entrada triunfal, como entraría
un mártir de Mahoma en el paraíso, en el que le esperan sus 50
vírgenes.
La figura es de lo más significativa.
No una, sino 20 mujeres (más o menos) es uno de los premios que la
sociedad democrática y desarrollada otorga a esos héroes, además
de la pasta gansa, la fama, etc.,…Quiero suponer que no se las
puede llevar a la habitación y gozar de sus encantos, pero no me
negaréis que ese ritual tan normal en el deporte, que consiste en
que una o varias estupendas mujeres, con más o menos ropa, besan y
colocan la medalla al ganador, encierra un mensaje perverso. Al menos
a mí me lo parece.
Transportes Montoya era una referencia
en el sector de transportes de mercancías por carretera en Palencia.
Su propietario, Francisco Montoya había consolidado una sólida y
solvente empresa, empezando solamente con un camioncillo
desvencijado y echándole horas como un poseso. La empresa era un
éxito, pero había desatendido a la familia. Irene, su mujer, le
había dejado, y su hijo, a quien no veía desde hacía años, no
daba señales de vida ni para pedirle dinero. Para colmo, llegó lo
del infarto..
Durante su estancia en el hospital su hijo le
visitó. En el fondo era un buen chico. Le contó que la mujer de sus
sueños le había engañado con su mejor amigo. Hicieron las paces.
Su padre, conmovido y emocionado con el reencuentro, le insinuó la
posibilidad de que él se hiciera cargo de la empresa. Por primera
vez en muchos años Paco Montoya tuvo tiempo para pensar. Las cosas
no iban a ser igual cuando él saliera de allí, si es que salía.
SCHERZO
Francisco Montoya publicó el siguiente
anuncio en la sección de amistad de una página de contactos:
Hechizado
“Soy un joven de 30 años, pelo castaño, ojos claros,
labios carnosos, hoyuelo en el mentón, 1m. 84cm de estatura, cuerpo
atlético, no fumador, muy solvente. He sido hechizado por una bruja
que me ha encerrado en el cuerpo de un hombre de casi sesenta, calvo,
velludo y con barriga. Este hechizo solo se puede deshacer si una
joven y exuberante mujer, accede a regalarme una
sincera noche de amor. No es seguro que funcione, pero si funciona,
compartiré con ella todo lo que poseo.”
MODERATO
Cuando Charo, 28 años, leyó el
anuncio experimentó una sensación de estupor y admiración por
semejante cara dura. Mientras se cepillaba los dientes se partía de
risa y no paraba de decir, ”joder, ¡qué jeta el tío ese!”.
Al día
siguiente, al regresar del supermercado en el que trabajaba, encendió
el ordenador para ver el correo. No supo muy bien cuál fue el
mecanismo que hizo que de nuevo se encontrase en la página de
contactos escribiendo en el buscador “Hechizado”. Mientras
saboreaba unas fresas con nata empezó a hablar sola: ¡No lo harás!
-¡Sí lo haré!
- Estás
perdiendo aceite, nena.
-Es posible, pero ya estoy harta de esperar al
príncipe azul…quizá no me importe que sea un príncipe un poco
“verde”. Charo sabía que en el fondo hablaba en broma. Jamás se
había planteado entregarse a nadie por dinero, pero se propuso
contestar a ese Don Juan cara dura. Y si él a su vez le respondía,
decidiría lo qué haría en función de la originalidad de la
respuesta de éste. Ella
le escribió:
“Hola, soy una joven y exuberante morena interesada en
tu anuncio. Como supongo que tendrás una cola enorme de candidatas
para deshacer el hechizo, te pido que me pongas al menos en lista de
espera. Besos Charo”. La
respuesta de él no tardó en llegar:
“Hola Charo, en efecto tengo una lista de aspirantes que ocupa dos
folios, pero he decidido saltarme las normas, y voy a empezar por la
última, que eres tú. ¿Tienes algo que hacer éste viernes?. Te
invito a cenar. Besos Paco” .
Charo reconoció que había sido desarmada por
la respuesta fresca e ingeniosa del misterioso desconocido y empezó
a hablar sola otra vez.
–Bueno listilla, ¿y
ahora qué?. ¿Vas a ir a esa cita?
Charo revisó su vida en un instante. De pequeña le atraía
mucho el teatro. La perspectiva de poder desempeñar el papel de
“rompedora de hechizos” le pareció divertida, pero tenía muy
claro que lo de hacer el amor con ese tío, ¡ni de coña!. Acudiría
a la cita y se mantendría alerta para no caer en la trampa, cuando
él le dijera eso de ¿te vienes a mi casa a tomar algo?. Así
que le respondió:
-“Me parece bien lo de la cena.
Tú dirás dónde y a qué hora”
-“A las nueve en el
restaurante Pontevecchio” , respondió él.
-“Allí estaré”, contestó Charo.
ALLEGRETTO
El restaurante Pontevecchio era uno de
esos lugares en los que se está muy a gustito. Acogedor,
confortable, cálido. El techo era bajo y las paredes, onduladas y
sin aristas, estaban decoradas con frescos de motivos campestres.
Además el personal era de lo más atento. La guinda la ponía un
trío de jazz que tocaba agradables melodías de los años 40. Charo,
fiel a su estilo, llevaba el pelo suelto, un vestido blanco de
tirantes, sandalias y unos pendientes que le daban un aire de
“bruja-misteriosa-rompehechizos”. Se había puesto unas gotas de
Eau de Rochas. Él lo notó enseguida. “Era el perfume de Irene”,
le dijo.
Para cenar él le recomendó ensalada de aguacate con
gambas y Rissotto con Funghi. Cenaron, charlaron amigablemente, se
rieron, ..
El tal Paco no
parecía mala persona, se le veía contento, pero tenía la mirada
triste. . Le contó que no había vuelto a ese
restaurante desde que Irene le dejó, hacía ya doce años. Le
confesó que la ensalada de aguacate y gambas era la preferida de su
ex. A los postres Charo empezó a evadirse de la conversación,
pensando en cómo haría para zafarse de lo que se le venía encima.
Le preguntó, bromeando qué era lo que había hecho para que una
bruja le hechizase, y él le respondió que había sido hechizado
por haber sobrepasado el nivel de estupidez. Charo empezó a
ablandarse….Se lo pensó un rato antes de soltar la pregunta, pero
la soltó: “Entonces, ¿ahora querrás que vayamos a tu casa a
hacer el amor?”
“No mi niña, no quisiera estropear una noche tan especial,
pero si me dejas, te acompaño a casa caminando”, respondió Paco,
invadido por la melancolía.
ANDANTE MAESTOSSO
El paseo fue agradable. Palencia es una
ciudad con muchas zonas verdes. Caminaron por la orilla del rio
Carrión. Charo sentía que estaba tomando cariño a ese cara dura,
que resultó ser un pobre hombre, al que le pesaba haber
desperdiciado los últimos treinta años de su vida. Llegaron al
portal, en la calle Labradores. Él le dio las gracias por haberle
concedido esa noche de lujo. Ella le preguntó: “¿Qué pasa con el
hechizo, Paco?”.
No hubo palabras, pero sí hubo respuesta, (…hay miradas que lo
dicen todo). Ella le dijo:
“El caso es que, estaba pensando invitarte a que subieras a tomar
algo , ..pero supongo que estarás cansado…
ALLEGRO DRAMATICO
Francisco Montoya había olvidado el
sabor del sexo de una mujer, el aroma de unas axilas en
celo, la suavidad de una piel amistosa, la palpitante humedad de unos
labios agradecidos, la calidez de unos brazos amorosos, …y la
voracidad de una sirena de río. Mientras vivía el éxtasis, vio
pasar toda su vida ante él.
Eran
demasiadas emociones para un corazón maltrecho. El infarto fue
fulminante.
CODA
Sonó el timbre.
Cuando Charo abrió la puerta se encontró con un hombre atlético
de unos 30 años, algo más de un metro ochenta, pelo castaño, ojos
claros labios carnosos y un hoyuelo en el mentón.
¿Buscas a
alguien?, preguntó ella.
La respuesta de él fue:
“Me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a
mi padre,…..”
(Falta el final.
Yo ya tengo pensado uno, pero puede haber otros…..
¿Alguien se anima a terminar este
relato ?)
Pues según parece, he sido galardonado. Estoy un poco descolocado.Bueno, bastante descolocado. Me siento como un intruso que se ha colado en una fiesta y como no se entera, o se entera a medias, se ha sentado en una esquina. Gracias Serenidad por acercarte y ofrecerme algo de beber.
Veo que hay mucha gente interesante con cosas interesantes que contar.Como no tengo prisa, iré saboreando relatos,conociendo gente y entrando en vuestras casas poco a poco.
Por cierto, tengo que decir que este premio es un premio virtual ( o sea, ¿no hay cheque?) que se da a nuevos blogs con menos de 100 seguidores.
Y ahora tengo que contestar unas preguntitas
¿Playa o montaña?. Playa (nudista, no soporto el traje de baño)
¿Coelho o Joyce?. Lo siento, no he hecho los deberes.
¿Twitter o Face Book?. No uso Twitter. Tengo Face Book, pero no le veo la gracia.
¿Cocido o ensalada?. Pues, si se fuera a acabar el mundo ahora mismo, creo que un buen cocido.
¿Azul o amarillo?.Amarillo (como soy un poco daltónico, ese lo veo bien)
¿Cual es tu postura favorita para hacer el amor?. Cualquiera en la que le pueda agarrar el culo a mi pareja.
Cuál es el viaje más largo (en horas) y más largo (en kilómetros) que has hecho?(Joer, acabo de descubrir que podía hacer el corta pega.Soy un auténtico pardillo).El viaje mas largo en horas y Km. fue en el año 82, Barcelona-Estocolmo, con un citroen 2CV (Por Castilla les llamamos "Cirilas"). Tardamos una semana.
Si el dinero y el tiempo no representaran ningún problema para ti, ¿a qué dedicarías tu vida? Pues creo que mas o menos haría lo mismo que ahora, pero me permitiría algún caprichito.
¿Cuál ha sido ese momento en que te han saltado las lágrimas de la risa? El viernes pasado, en el viaje a Erandio con el grupo de jazz, un compañero de la banda contaba con todo detalle como yo había intentado meterle mano por la noche (sonámbulo, ¡lo juro!) hace un par de semanas en el hotel de Tortosa. Me lo estoy imaginando y me parto el culo.
¿Crees que es posible ser feliz? (explica también el por qué de tu respuesta). Según yo lo veo, no ser desgraciado ya es un motivo para ser feliz. También creo que ser feliz no es necesariamente tener que estar tirando cohetes continuamente.
¿Te acuerdas de cómo resolver un logaritmo?. Soy de ciencias, pero nunca pude con las mates.
¿Cuál ha sido el momento en que más vergüenza has pasado?. Cuando tenía 17 años me pillaron robando una cassette en unos grandes almacenes en Zürich. Lo pasé mal.
¿Conoces la historia o relato de tu nacimiento con detalle?. Sé que tardaba en salir y me sacaron con forceps . Se me deformó la cabeza (pero luego volvió a la forma normal, cuidadito con las bromas...)
Me falta lo de citar algunos blogs que me gusten y sean nuevos.
Mi primer descubrimiento fue Erotómana, aunque es posible que no valga, porque no es nuevo. He curioseado un poco y me gusta Vuelamariposa y Las caricias de la vida. No tengo de momento andado lo suficiente para expresar criterios respecto a otros blogs. Todo llegará.
Si me perdonáis, lo de las 11 preguntas que yo tengo que hacer, lo dejo para otra ocasión.
Ponte
frente al espejo, preferiblemente sin ropa, y dime lo que ves. ¿Te
gusta tu cuerpo?. ¿Crees que es bonito?. Enhorabuena si te lo
parece. Puede que pienses que ya no estás tan “cañón” como
hace unos años, quizá opines que tu cuerpo nunca fue gran cosa, o
puede que te cuides y estés para comerte.
Los
patrones estéticos cambian con el paso de los años y dependen
también de la visión que cada cultura tiene de la belleza. Puesto
que este blog trata sobre erotismo, yo os pregunto si creéis que la
capacidad de un cuerpo para provocar en el observador sensaciones o
impresiones de “belleza erótica” es directamente proporcional
al cumplimiento de los cánones de belleza tradicionales. O sea,
dicho sin tapujos, ¿creéis que los cuerpos de personas gordas,
bajas, no tan musculosos, no tan jóvenes, no tan “proporcionados”,
etc,….podrían inspirar y provocar sentimientos de belleza
erótica. ¿Se podrían crear composiciones fotográficas (por
ejemplo) hermosas, sugerentes, atractivas,.. utilizando como modelos
a personas comunes y corrientes, sin casting y sin pedir como
requisito experiencia para “posar”. Yo estoy seguro que sí, pero también estoy convencido que
no es tan fácil como cuando lo que se tiene delante de la cámara
son esos cuerpos esculpidos en el gimnasio y con horas de experiencia
posando.
Quiero
lanzar una propuesta-reto para personas creativas que sepan trabajar
con una cámara, aunque no se dediquen profesionalmente a ello, y
también para personas creativas, que no tengan necesariamente
relación con la fotografía. Se trataría de realizar unas sesiones
de fotografía erótica en las que l@s modelos serían un puñado de
personas “normales”, con edades y complexiones variadas. Estas
personas (un grupo de unas ocho o diez), estarían a disposición de
l@s creadores/as, para componer la imagen que ell@s diseñen.
Fotografías de una, de dos, …de ocho, de diez personas, cualquier
combinación y posibilidad que se os ocurra, con elementos de
atrezzo como pañuelos, sombreros, abanicos,..lo que sea. Eso sí,
buscando siempre lo bello, lo poético, lo sugerente, y huyendo de lo
fácil, lo cutre, lo chabacano,…
Me
gustaría saber que os parece la idea, si os apetecería participar
como creadores/as, como, “modelos”, o quizá como las dos cosas.
No se trata de inventar nada, no se trata de romper ningún molde, ni
de abrir nuevas vías, …no seamos muy pretencios@s. Pero nos lo
podemos pasar muy bien, hacernos unas risas, descorchar unas botellas
de vino, regalarnos unas delicatessen para merendar, y luego admirar
con orgullo hermosas composiciones en las que el material sean
nuestros macizos y estupendos cuerpos serranos.
¡Animarse!
¿Qué os parece el finde del 26 octubre en Palencia?. O quizá,
¿el puente del 1 de noviembre?
La experiencia me ha enseñado a no
crearme demasiadas expectativas ante la posibilidad de una cita o
encuentro con una mujer a la que deseo.
Pero como no había mujer conocida, ni
encuentro a la vista, decidí inventármelo. Lo
recreé mil veces antes de dormirme. Lo imaginé y lo visualicé, lo
deseé tanto que me convencí de que tenía que salir a buscarla,
de que ella existía de verdad.
Sin guión, sin brújula ni
coordenadas, casi sin dinero, a bordo de un citroen dos caballos, con
muy poco equipaje y una guitarra, emprendí un viaje sin rumbo que
me condujo, después de una ruta errática, hasta Sumendi, una
comunidad de inspiración naturista en Euskadi.
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ANDANTE
ESPERANZADO
Es verano. Junto a la piscina hay un
grupo de personas que toman el sol desnudas.
Una mujer destaca, habla despacio, lleva el pelo
recogido, me parece hermosa… ¿Y si fuera ella?, me dije.
…
¡Venga,
flipao!, deja de alucinar, y sigue tocando la guitarra.
Tiene que ser ella,… lo he deseado tanto………(¡Te digo
que sigas tocando!).
MODERATO EMOTIVO
Ella se levanta, se despide de sus
amigos, camina derecha hacia donde yo estoy, ( ¡ni se te ocurra
decir alguna estupidez!). Pero, ..¡si es ella!, ¡estoy seguro!... (
¡Cierra el pico!). Al pasar junto a mí se detiene,
me mira, y me dice que le ha gustado la música,..
¡¡¡¡¡¡uuuuuuufffffff!!!!!!
¿Y ahora qué?
(Tranquilo, ¿vale?, …puede que sea ella de
verdad. Entonces, el guión ya está escrito, ocurrirá lo que tenga
que ocurrir, así que relájate).
ALLEGRETTO EUFÓRICO Hora de comer. Me dirijo al comedor comunitario. Seremos unas veinticinco personas alrededor de una mesa grande. Se habla euskera, no me entero de nada...Veo dos sillas vacías, me siento en una de ellas....Aparece ella, me mira, me saluda y se sienta a mi lado...Adrenalina, sudores,..emoción (¡CONMOCIÓN!) ¡¡¡¡¡¡Es ellaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!
(Molto crescendo)
Hablamos, nos contamos cosas, nos
reímos…
Al final de la
comida a alguien se le ocurre jugar a ese juego en el que uno le
susurra algo al oído a la persona que está a su derecha, y el
mensaje da la vuelta hasta llegar completamente desvirtuado al final
de la rueda.
Sus labios
en mi oreja, mis labios en su cuello, ..unsecreto
al oído, un secreto húmedo... risas, cachondeo,…
ALLEGRO FURIOSO
Salimos juntos del comedor, ….
Nos vamos de paseo. Por la
tarde nos dimos un masaje, por la noche nos metimos mano en el
jardín debajo del saco de dormir, nos hicimos inseparables durante
unos días,… hicimos el amor, nos despedimos,… hicimos el amor,
nos reencontramos, hicimos el amor, desayunamos juntos,…..nos
fuimos a vivir juntos, hicimos el amor ,…luego llegó Lucía,
…..y han pasado doce años.
CODA
Me sigue pareciendo hermosa, habla
despacio, a veces se recoge el pelo, se pasa el verano desnuda, me
inspira emoción y gratitud ver a Eva en el jardín.
Quien
más y quien menos ha estado en alguna playa nudista y se ha despelotado
alguna vez. Recuerdo mi “primera vez” y los dos sentimientos que me
invadían: un intento desesperado de ahogar la erección y una sensación
de liberación.
No sé si lo he inventado yo, seguro que no, pero no conozca a nadie que practique la modalidad de correr desnudo por el campo.
Empecé
el verano pasado. Me gusta salir a correr al atardecer, que es cuando
aquí en Castilla se puede salir de casa en esos días de verano en que el
calor aprieta. Un
día que estaba corriendo por uno de tantos caminos de la ancha y larga
Castilla, se me posó el diablo malo en el hombro (el que viste de rojo) y
me susurró al oído:
-¿Por qué no te despelotas?, por aquí no hay nadie.
-Ya sé que no hay nadie, contesté, pero esto es campo abierto, me siento desprotegido.
-“No le hagas caso”, me dijo el diablo bueno (el que viste de azul), podría aparecer alguien en cualquier momento.
-Estás
delirando, ¿quién va a aparecer a estas horas en medio del campo?, dijo
el diablo malo, ya no quedan pastores, no es época de caza, la gente
del pueblo pasea por la carretera (será por temor a perderse). ¿Con
quién podrías encontrarte campo adentro, tan alejado del pueblo?. Como
mucho con algún despistado al que podrás ver aparecer en el horizonte, y
siempre podrás ponerte el pantalón a tiempo.
El
caso es que miré hacia todos lados y no me parecía nada probable
encontrarme con nadie de aspecto humano. Kilómetros y kilómetros de
campo, … y el monte, también a lo lejos.
Le
hice caso al diablo malo (gracias, diablo malo) y me despeloté. Sentí
que estaba haciendo pedazos la absurda e hipócrita inercia moral que
impera en occidente desde que llegó el cristianismo, y me sentí muy
cerca de la Grecia que rendía culto a la desnudez. Yo corría,.. no,
…volaba desnudo por el campo; ya me podían haber echado un galgo,
porque iba ligero de equipaje.
Reconozco
que en dos o tres ocasiones ha aparecido por sorpresa algún labrador
tardío con su tractor, y estoy seguro de que me ha visto…
Seguimos con las salidas nudistas al monte de Dueñas. Es increíble que un lugar como éste sea tan poco frecuentado.La sensación de libertad y de estar integrado con el entorno es difícil de explicar. En nuestra última salida hicimos una sesión de masaje sensitivo, quienes sabían enseñaron a quienes querían aprender. Todos dimos masaje y también recibimos. Hubo un plus de placer sensual.
“No es sensual quien quiere sino quien puede y sólo puede serlo una mente sana en un cuerpo refinado. La sensualidad es el cultivo del placer causado por los cinco sentidos. Cualquier desequilibrio entre ellos, o el descuido de la inteligencia, embotan la sensualidad y convierten el erotismo en pornografía o el gusto en glotonería”. (Luis Racionero)
Para quienes piensen que te puede meter en la cárcel por ir desnudo por la vida,recomiendo echarle un vistazo a esta publicación, especialmente a la página nº 9, en la que se ve claramente que el desnudo no es delito, aunque te plantes en medio de la plaza del pueblo. http://www.anl-naturismo.org/documentos/Naturismo%20Preguntas%20Frecuentes.pdf
Desde pequeños nos enseñan a respetar la distancia física con otras
personas y a ignorar nuestro propio cuerpo. Aun antes de hablar y
saber atarnos los zapatos, ya hemos interiorizado la prohibición de
explorar cualquier orificio de nuestra propia anatomía, y por
supuesto, de los demás. ¡Después se nos van fortunas en terapias
para descubrir el poder sanador del tacto!.
Ayer hemos hecho una marcha nudista por el monte de Dueñas.Empezamos a caminar las 10.30. A pesar de que fue un día caluroso, se estaba muy a gustito, corría el aire y había sombra suficiente para resguardarse bajo las encinas.Una auténtica orgía de olores y sonidos nos acompañó.Comimos en la fuente del Postigo. Durante el trayecto nudista por el monte nos encontramos con 2 ciclistas que se habían perdido. Charlamos un rato y se fueron a lo suyo.La sensación de andar desnudo por el monte y sentirte con pleno derecho a hacerlo no se puede explicar.Os animamos a acompañarnos. Repetiremos la excursión todos los jueves de agosto. Os esperamos en Dueñas a las 10.00 en el cruce de Quintanilla de Trigueros. No me vengáis con eso de "es que no tengo nada que ponerme". Abrazos veraniegos.
Recomiendo una película hecha en Cataluña titulada FAKE ORGASM (orgasmo fingido), del director Jo Sol, Cameo Ediciones.
Muy pedagógica. Debería ser de visionado obligatorio en los
institutos de secundaria.
Me quedo con una frase:
“Toda mujer lleva un hombre dentro,
y todo hombre lleva una mujer. La mujer se enamora del hombre que
lleva dentro, el hombre está hecho polvo (por llevar una mujer
dentro de sí). Realmente no es a la mujer a quien hay que liberar,
sino al hombre”.
Relacionado con esto
quiero contar algo ocurrido en el Laboratorio Experimental de
Erotismo. Tiene que ver con una persona, hombre maduro, buena gente,
al que llamaré Germán, que dejó muy claro que a él “ningún
hombre le tocaba el culo”, como si el roce de una mano de alguien
de su mismo sexo le pudiera contagiar la peste.
Hay muchos hombres que
sienten como él: un miedo mortal a que alguien puede dudar de su
virilidad, por el hecho de haber consentido que un tío les ponga la
mano encima y que otros puedan verlo o saberlo.
Un día, practicando un
ejercicio que consistía en encontrar con los ojos vendados un
objeto “escondido” en alguna parte del cuerpo de alguno o alguna
de l@s participantes, me quedó muy claro que Germán, ante el miedo
de que al palpar el cuerpo de un hombre, éste pudiera entender que
le estaba “acariciando otro hombre”, optó por adoptar el sistema del
“cacheo policial”, brusco, tosco, torpe y desprovisto de toda
delicadeza . Más tarde se comentó el tema y el hecho de que su
forma de “tocar” era un tanto “dura”. En posteriores
encuentros su actitud se fue relajando. Ya no se le ve tan
preocupado por conocer el sexo de la persona cuyo culo ha rozado con
el suyo, lo cual no significa para nada que él esté acercándose
“peligrosamente” a la homosexualidad.
Uno de los ejercicios que más éxito tiene en el Laboratorio Experimental de Erotismo consiste en embadurnarnos a discreción con aceite de almendras con los ojos vendados. No sabes quién es quién, aunque procuramos intercalarnos hombre-mujer. Aún así, es una experiencia en la cual las manos viajan libres entre la maraña de cuerpos, y nunca sabes a quién puedes llegar a tocar...Pero resulta que después de un rato eso ya no es tan importante. Si te concentras en sentir el placer del tacto, desaparecen una gran parte de los miedos y los prejuicios.